14.11.18

Cuando es el mejor momento para ir a terapia


Cuando es el mejor momento de "ir a terapia"


A mitad del camino de la vida,

en una selva oscura me encontraba

porque mi ruta había extraviado.
¡Cuán dura cosa es decir cuál era

esta salvaje selva, áspera y fuerte

que me vuelve el temor al pensamiento!
Es tan amarga casi cual la muerte;

mas por tratar del bien que allí encontré,

de otras cosas diré que me ocurrieron.
Canto I Inferno Dante Alighieri



Es como si fuera ayer, cuando escuchaba de boca de Rollo May, durante una de sus charlas en un congreso de psicología humanista, allá, a mitad de los ochenta  la interpretación psicológica del Inferno de Dante Alighieri.
Si bien en casa entraban y salían psicoterapeutas y psicólogos de todos los colores y corrientes, y de todos absorbía como esponja sedienta el conocimiento que emanaba de ellos, el efecto profundo de esa charla de Rollo recién se está comenzando a revelar en los últimos diez años, mis años un poco más maduros.
Lo que más me fascinó y aun lo sigue haciendo es lo mucho que aún podemos aprender de los “clásicos” y lo mucho que tuvieron que sufrir para dejarnos su legado.
Así el infierno de Dante comienza con una aflicción, una situación de crisis:
A mitad del camino de la vida,
en una selva oscura me encontraba
 mi senda recta ya perdida
(traducción libre)
Que puede ser:
Un divorcio, la pérdida de un ser querido difícil de superar, un cambio en la vida o el momento en que uno va a terapia…
“Ir a terapia” es como ir a ver al dermatólogo porque ha salido una mancha en la piel “un poco rara”. Solo que la “mancha en la piel” se podría presentar como comportamiento irritable, poca paciencia, malestar general, inapetencia, llantos constantes, etc. o simplemente una insatisfacción general con la vida, el trabajo la pareja, etc. (Perdido en la selva oscura.)


La ilusión del control de la vida.
Lo más difícil de todo ese proceso es quizás aceptar en primer lugar que se está perdido. Y es que estamos tan acostumbrados a controlar la vida que cuando perdemos el control es como estar perdidos en un bosque, sin saber a dónde ir ni que decisión tomar.

Lo que olvidamos en ese instante, sin embargo es que justamente el intento de controlar esa vida fue el que nos llevó a perder el control de la misma. O sea que después de aceptar que estamos perdidos viene la aceptación de que en realidad es algo muy positivo.

Y paradójicamente es lo mejor que puede pasar para introducir cambios a tu vida, porque esos cambios no son simplemente modificaciones para “mejorar” lo que había antes si no que son sustanciales y sobre todo absolutamente nuevos, porque si de alguna manera tuvieran que ver con lo “anterior” se corre el peligro de dejar una puerta trasera abierta para que los hábitos, y costumbres antiguas se cuelen y te lleven al mismo lugar a donde en un principio te llevaron … a estar perdido.

O sea que hay que cortar definitivamente con lo “viejo” y emprender un camino nuevo y en una dirección desconocida. ¿Podemos hacer eso solos?


El significado y la importancia de un buen terapeuta

Aunque muchos seres humanos creen que sí, la verdad es que una de las condiciones para que se dé el cambio necesario y de manera efectiva es soltar incluso ese último resto de ilusión de que podemos “controlar” también nuestros cambios…

Muchas veces esos cambios nos enfrentan a situaciones absolutamente desconocidas para nosotros. Situaciones en las que hay que evaluar la conveniencia y las ventajas de la vida desde el presente y no teniendo en cuenta por ejemplo parejas anteriores o incluso lazos familiares,  ni historias que por su dolor o implicancia nos mantienen en el pasado.
Es como emprender un camino nuevo e inexplorado.

El terapeuta es en ese sentido como Virgilio en la novela de Dante, una figura fundamental que evita que uno caiga en modelos, comportamientos e imágenes antiguas, recordando a cada paso la dirección y el propósito del cambio y las consecuencias de las decisiones perjudiciales del pasado. (lea también “¿Como saber si un psicoterapeuta es  bueno?

Ir a terapia es una aventura fascinante
Hay seres humanos que jamás han ido a un terapeuta e incluso se v vanaglorian de eso. Los que estamos en contacto con el misterio humano y sabemos que es insondable, inabarcable e imposible de conocer en una sola vida, esbozamos una sonrisa maquiavélica cuando lo escuchamos o percibimos
Para los que nos hemos adentrado en la selva oscura, para los que nos hemos perdido “ir a terapia” es emprender una de las aventuras más fascinantes de una vida que nos arranca de nuestra zona de confort y nos convierte en un espécimen que no necesita el control para ser feliz.

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