17.12.19

El perfil "bueno" de un asesino mafioso


The Irishman

El perfil “bueno” de un asesino o mafioso

Otra de las películas que nos llega de Hollywood y que tiene toda la intención de alzarse con varias estatuillas es The Irishman.

Lastimosamente y de acuerdo con la ya típica actitud “yankee” mucho más pronunciada en estos momentos políticos, es casi explícitamente norteamericana, o sea el que no conoce la historia de los Estados Unidos de las décadas en las que se desarrolla se queda afuera. Muy ajustado también a la vieja doctrina Monroe “América para los americanos”.
Me pregunto por ejemplo cuántos estadounidenses sabrán dónde queda Paraguay.
O sea que pocos van a poder disfrutar la película en un ciento por ciento si nunca escucharon hablar de Jimmy Hoffa, Lansky, Costello, etc. u otras figuras emblemáticas de aquella época.
Lo que sí queda claro es que el tema de la mafia o “mob” como suelen apodarla los gringos es algo que les fascina… ¿porque será?

15.12.19

Remordimientos de conciencia

Remordimientos de conciencia

¿De dónde viene la conciencia?

“¿Quién derramó la chocolatada en el sofá?” Preguntó mamá visiblemente enojada. Lucas y Sofía se miraron sin decir una palabra. Lucas sabía perfectamente quién había sido: el. Pero por una de esas suertes la mirada inquisidora de la madre cayó sobre Sofía, y sin mediar palabra fue mandada a su cuarto, llorando a moco tendido, obviamente por qué se sentía injustamente acusada, y con razón. En ese momento Lucas creyó que el destino había jugado a su favor y aunque su madre le preguntó, acto seguido, si había sido él, se calló, lo negó con un gesto  y prefirió seguirle la corriente al azar que tan fácilmente había resuelto su problema.
Visiblemente aliviado y como si estuviera saboreando una victoria, deambuló un rato por la casa, jugó con su play-station, trató de ver la tele… pero había algo en su interior que no lo dejaba en paz.
Esa incómoda quietud tampoco cesó cuando estaban cenando, al contrario parecía haber crecido, y volvió con mucha más virulencia cuando se encontraba en su cama tratando de dormir.
Finalmente después de algunas horas, se levantó de su cama y aunque ya era tarde tocó la puerta del dormitorio de los padres y ni bien su madre abrió la puerta farfulló, casi sin que pueda entenderse, algunas palabras, tartamudeando por aquí y por allá hasta que por la expresión de la cara de su mamá sabía que su mensaje había sido entregado.
La bofetada no se hizo esperar pero tampoco le dolió demasiado porque significaba también que había sido absuelto, finalmente. Y pudo ir a dormir con tranquilidad con un una mejilla ardiente pero con la mente vacía y despejada.
La conciencia tiene su propia fuerza, sus propias leyes y no debería subestimarse.