11.3.22

El cinismo sin pudor

 

El cinismo sin pudor

 Guerra ante portas


El que crea que Ucrania es apenas un capítulo aparte, podría estar muy equivocado. Los habitantes de Moldavia, Georgia y otros países colindantes con la frontera ucraniana estarán mirando las noticias diarias con mucha más preocupación que aquellos como nosotros, a miles de kilómetros de distancia.

¿Correrán la misma suerte?

Tal y como está el panorama deberían hacerse a la idea de abandonar sus casas y pasar un tiempo al amparo de la “seguridad” que brinda la Comunidad Económica Europea. Aunque con los años, probablemente, pasarán a engrosar las filas de aquellos grupos de inmigrantes tan odiados en Europa, y a quienes se les achaca el aumento del desempleo, el gasto social y otros males económicos que se hacen notar especialmente en tiempo de crisis.
El drama y el sufrimiento humano que hoy revientan en los medios habrán dado paso a otras noticias más “actuales” e “interesantes.”
La “guerra” no se sentirá solamente en el frente.
De hecho se está percibiendo con los miles inmigrantes sirios, que formaron parte de la primera ola de la locura de Putin.

No hay peor ciego…

La verdad de la milanesa es otra. Y se remonta a los años después de la caída del muro de Berlín.
Todo el mundo sabía quién asumía el poder en 1999 en Rusia o lo que quedaba de la otrora casi invencible Unión Soviética.  Sus frondosos antecedentes como jefe de la KGB tan solo se pueden suponer, pero convengamos que no fue un monaguillo.
Es un poco como con Hitler. Ya en 1923 todos sabían quién era y de que iba a ser capaz si llegaba a tomar las riendas de una Alemania quebrada y despojada de su dignidad de una manera brutal y desconsiderada.
Ahora bien, si el caso de Hitler no tiene perdón, mucho menos el del surgimiento de Putin.
Porque a la vista de los resultados es más que evidente que no se ha aprendido de la historia.

El colmo del cinismo

Es más, sin ir más lejos, los que hoy a través de los medios despotrican contra Putin – y me refiero principalmente a los medios europeos y norteamericanos – no solamente miraron a un costado mientras Putin aprovechaba la ocasión para modernizar su ejército y aumentar su arsenal nuclear ( mientras nos hacían creer que los estaban desmantelando).
https://fas.org/issues/nuclear-weapons/status-world-nuclear-forces/ sino que además comenzaron a realizar proyectos de cooperación económica absolutamente contrarios a su discurso político.
Hoy Alemania depende en un 66 % del gas ruso. (DW-TV)
Es imposible cerrar el grifo del combustible que proviene de Rusia sin que afecte sensiblemente la economía de la CEE.
Se llevaron a cabo negociaciones – como el del gasoducto Nordstream 2 – con alguien quien desde sus inicios demostró ser claramente antidemocrático...

Nunca nadie en Europa reparó realmente en lo que ocurrió en Siria, Georgia, Bielorrusia, etc. y si lo hizo sencillamente no quiso tenerlo en cuenta… total no eran su familiares masacrados por balas rusas.
Que se vean las “víctimas”…  

¿El ser humano está condenado?

 Por lo visto, todo ese discurso de la democracia, los valores éticos, los derechos humanos, etc. con los que nos hacen creer que son algo especial,  son sencillamente papel mojado cuando se trata de sus intereses económicos.
Mientras rija la ley de “pecunia non olet” por lo visto estamos condenados a ser moneda de cambio de cualquier loco que aparezca.
Temo por nuestra especie
Y lo único que queda es rezar en silencio.