8.3.20

¿El feminismo actual es una lucha por las mujeres? ….quien paga el precio

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

¿El feminismo actual es una lucha por las mujeres?
….quien paga el precio


El hombre por naturaleza viene provisto de una capacidad de destrucción probablemente mayor que la mujer. Si asumimos que la destrucción es parte de la creación y la integramos con la misma valoración, nos daremos cuenta que forma parte del equilibrio inteligente y elaborado con que la vida nos maneja y que la destrucción es absolutamente necesaria para que la vida siga perpetuándose.
De hecho es el hombre quien destruye el himen de la mujer para que ella pueda procrear. En contrapartida, un hombre está expuesto a su propia destrucción, o sea la muerte, cada vez que hay guerras, conflictos armados o cuando simplemente se trata de defender a su familia.
Genéticamente está programado para luchar de una manera muy particular y la naturaleza y biología lo dotan específica y particularmente para ello.
La mujer es diferente. Ella es el elemento natural esencial para nutrir la vida de nuestra especie. En casi todos los sentidos. Biológicamente cuando estamos en su vientre, y posteriormente como madre (psicológicamente) durante gran parte de la niñez.


Una de los resultados de la así llamada lucha feminista es justamente el haber abierto un espacio en la familia para que el hombre (varón) pueda ser considerado también parte de ese proceso. Pero no deja de ser algo que en mayor o menor medida corresponden a una decisión voluntaria del momento histórico, del Zeitgeist.
Por mucho que lo queramos justificar y sin establecer si está “bien” o “mal”, sigue sin ajustarse a lo que millones de años de evolución tienen programado.
Es altamente positivo el explorar esas opciones, pero lleva en  el germen de la “rebelión” contra lo que la naturaleza dicta.

Y no es que me esté pronunciando en su contra (al contrario, también yo soy benefactor de esa nueva mirada) pero advierto que en cierto modo nos colocamos por encima de la naturaleza, muy de acuerdo a las tendencias de este tiempo.
Y aunque seamos seres pensantes, racionales e inteligentes seguimos dependiendo de la biología y probablemente lo hagamos durante algunos millones de años más.

En esa misma tesitura, el feminismo que pretende destruir el patriarcado, (incluyendo el machismo – como consecuencia del mismo) o cualquier cosa que este simboliza está destinado a terminar siendo víctima de aquello que busca.
Y quiero hacer énfasis en el término “destrucción”, como fuerza necesaria para crear algo nuevo.
NO es algo que podamos invocar de manera parcial, o seleccionando solamente aquello que queremos destruir.  El Ragnarok, el apocalipsis, o llamémosle como queramos llamarlo no se puede dominar, al igual que tampoco la creación (de hecho ninguno de nosotros eligió nacer, por voluntad propia… ¿o si?).
Si queremos sobrevivir en el amor, entendimiento, armonía y convivencia debemos elegir otra dialéctica.
El día que se “destruya” el patriarcado, los hombres (el varón) dejarán de ser hombres. E insisto, cuando me refiero a destrucción quiero decir que no quede nada más, ni un vestigio.
De hecho el matriarcado nunca fue destruido por el patriarcado. Fue más bien desplazado.
Pero no hace falta cometer el mismo error para aprender de la historia… ¿o si?
Hombres y mujeres somos producto y manifestación de la vida. Dependemos el uno del otro para sobrevivir, en todos los sentidos y estamos “condenados” a convivir y a encontrar el camino en el cual podamos ser y respirara como cada uno es sin sacrificar su esencia.
No se reduce simplemente a “destruir el patriarcado”.
Es algo mucho más complejo que eso.

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