DIA INTERNACIONAL DE
LA MUJER
¿El feminismo actual es
una lucha por las mujeres?
….quien paga el
precio
El hombre por naturaleza viene provisto de una capacidad de
destrucción probablemente mayor que la mujer. Si asumimos que la destrucción es
parte de la creación y la integramos con la misma valoración, nos daremos
cuenta que forma parte del equilibrio inteligente y elaborado con que la vida
nos maneja y que la destrucción es absolutamente necesaria para que la vida
siga perpetuándose.
De hecho es el hombre quien destruye el himen de la mujer
para que ella pueda procrear. En contrapartida, un hombre está expuesto a su
propia destrucción, o sea la muerte, cada vez que hay guerras, conflictos
armados o cuando simplemente se trata de defender a su familia.
Genéticamente está programado para luchar de una manera muy
particular y la naturaleza y biología lo dotan específica y particularmente
para ello.
La mujer es diferente. Ella es el elemento natural esencial
para nutrir la vida de nuestra especie. En casi todos los sentidos. Biológicamente
cuando estamos en su vientre, y posteriormente como madre (psicológicamente)
durante gran parte de la niñez.
Una de los resultados de la así llamada lucha feminista es
justamente el haber abierto un espacio en la familia para que el hombre (varón)
pueda ser considerado también parte de ese proceso. Pero no deja de ser algo
que en mayor o menor medida corresponden a una decisión voluntaria del momento histórico,
del Zeitgeist.
Por mucho que lo queramos justificar y sin establecer si
está “bien” o “mal”, sigue sin ajustarse a lo que millones de años de evolución
tienen programado.
Es altamente positivo el explorar esas opciones, pero lleva
en sí el germen de la “rebelión” contra lo que la naturaleza dicta.
Y no es que me esté pronunciando en su contra (al contrario,
también yo soy benefactor de esa nueva mirada) pero advierto que en cierto modo
nos colocamos por encima de la naturaleza, muy de acuerdo a las tendencias de
este tiempo.
Y aunque seamos seres pensantes, racionales e inteligentes
seguimos dependiendo de la biología y probablemente lo hagamos durante algunos
millones de años más.
En esa misma tesitura, el feminismo que pretende destruir el
patriarcado, (incluyendo el machismo – como consecuencia del mismo) o cualquier
cosa que este simboliza está destinado a terminar siendo víctima de aquello que
busca.
Y quiero hacer énfasis en el término “destrucción”, como
fuerza necesaria para crear algo nuevo.
NO es algo que podamos invocar de manera parcial, o
seleccionando solamente aquello que queremos destruir. El Ragnarok, el apocalipsis, o llamémosle como
queramos llamarlo no se puede dominar, al igual que tampoco la creación (de
hecho ninguno de nosotros eligió nacer, por voluntad propia… ¿o si?).
Si queremos sobrevivir en el amor, entendimiento, armonía y
convivencia debemos elegir otra dialéctica.
El día que se “destruya” el patriarcado, los hombres (el
varón) dejarán de ser hombres. E insisto, cuando me refiero a destrucción
quiero decir que no quede nada más, ni un vestigio.
De hecho el matriarcado nunca fue destruido por el
patriarcado. Fue más bien desplazado.
Pero no hace falta cometer el mismo error para aprender de
la historia… ¿o si?
Hombres y mujeres
somos producto y manifestación de la vida. Dependemos el uno del otro para sobrevivir,
en todos los sentidos y estamos “condenados” a convivir y a encontrar el camino
en el cual podamos ser y respirara como cada uno es sin sacrificar su esencia.
No se reduce simplemente a “destruir el patriarcado”.
Es algo mucho más complejo que eso.
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