ADOPCIÓN - UNA ALTERNATIVA AL ABORTO, HUMANA Y RESPONSABLE
Capitulo I
Consideraciones iniciales
La
adopción casi siempre es el último recurso.
Cuando mi esposa y yo decidimos adoptar niños ya habíamos
pasado por el viacrucis por el que pasan muchas parejas con problemas para
tener hijos biológicamente: años de intentos infructuosos, meses de
tratamientos, esperanzas, angustia y hasta diría un cierto grado de
desesperación, al ver que todo esfuerzo es estéril.
mi nueva familia |
Quizás ese haya sido el momento en el que por primera vez en
mi vida empecé a pensar que si bien los niños vienen a través nuestro, no son
obra de nuestra voluntad o falta de ella sino que hay algo más detrás de todo
ello. Algunos lo llaman Dios, otros lo llaman el destino, designio, etc. pero
lo que sí pude constatar a ciencia cierta es que no tenemos control sobre ello.
Pero, son muy pocos los que llegamos a esa conclusión.
Estamos tan convencidos de nuestros avances tecnológicos, de nuestra supuesta
superioridad sobre la naturaleza y el hecho de que aparentemente la podemos
manipular a nuestro antojo que ignoramos las opciones que ella misma nos
ofrece.
Antes de adoptar por lo tanto hay que entregarse, rendirse y
abrazar la idea de que para ser padre no hace falta ser padre biológico. Y de
que si biológicamente no da resultado es por algo… o al menos en ese instante.
El mito de la paternidad biológica es eso, un mito. Y sorprendentemente después
de haber hablado con más de una pareja que tienen tanto hijos biológicos como adoptados
creo poder afirmar que en muchos casos el vínculo que un padre desarrolla con
su hijo adoptivo puede ser incluso más fuerte debido a las muchas penurias,
dificultades y esfuerzos por las que han tenido que pasar todos los afectados
(padre, madre, hijo, hermanos) para poder encontrarse.
Es parecido al matrimonio. Lo que realmente fortalece un
matrimonio no son el bienestar ni la comodidad ni mucho menos la dicha sino
justamente todo lo contrario. La lucha, el esfuerzo, la unión y perseverancia
ante los desafíos y las amenazas internas y externas.
Con el riesgo de desviarme un tanto del tema es lo mismo que
ocurre con parejas de enamorados. Aquellas parejas que se forman, ancladas en
la adversidad, la aventura, la inseguridad, el desconocimiento del desenlace
final, etc. tienen muchos más posibilidades de permanecer juntas que aquellas
surgidas en la tradición acostumbrada de las fiestas del colegio, de una
juventud sin contratiempos, que reposan en la comodidad de un bienestar
perdurable, de familias que se conocen, etc.
Esto tiene una importancia aún más trascendental cuando
hablamos del tema de la paternidad/maternidad en la pareja. La pareja es el pilar
fundamental de la familia. Cuanta más fuerza tenga, cuanto mayor sea su
consolidación, mas desafíos difíciles va a poder superar y con ello más aún se
fortalecerá.
Llevar a cabo una
adopción como un medio para solucionar problemas de pareja o porque “algo” falta
o para llenar el vacío que originó la ausencia de un hijo biológico, es, a mi
modo de ver y como profesional en el medio, la crónica de una muerte anunciada
de una familia o al menos el inicio de una historia familiar disfuncional con
muchas dificultades y problemas.
(Siguiente capítulo: Adopción vs. Aborto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario